15 maneras de sentir paz mental
[vc_row][vc_column][vc_column_text]
Los tiempos que corren, la sociedad, el trabajo, las personas de nuestro entorno, y algunas circunstancias de la vida hacen que perdamos esa paz que tanto necesitamos como seres humanos y emprendedores. ¿Quieres conocer las 15 maneras de sentir paz mental?
Escribo estos párrafos en un momento en el que por razones de salud y situaciones que no he controlado, he perdido esa paz. Sin embargo, perder esa paz supone invadirnos de estrés, entrar en el remolino de la desesperación, de la inquietud negativa y esos pensamientos que no paran de rondarnos la cabeza.
La paz mental, del mismo modo que el éxito, la salud o la felicidad, no es un destino, es el CAMINO. Es un proceso, es algo que se trabaja para sentir en el día a día… Y cada día deberías encontrar momentos de paz para ti.
Trabajando con líderes de empresas y empresarios, veo mucha acción. Demasiada a veces. Una acción casi automática, sin reflexión, sin paradas, sin momentos de verdadera paz. Sin momentos para ellos mismos.
Si no sientes paz mental, no puedes sentir éxito verdadero. La paz mental trae alegría, trae coherencia, trae un estado de plenitud, de serenidad y de fluidez. Seguro que te ha pasado alguna vez. Y quizás tengas la suerte de sentirlo cada día.
Cuando ganamos paz mental, mejoramos nuestra salud. Recuerda que todo lo que ocurre en el cerebro afecta a tu intestino y a tu organismo entero. Tus pensamientos, tus emociones, el cómo te hablas influye en cómo estás de energía, el cómo son tus digestiones y cómo tu cuerpo va a aprovechar todos esos nutrientes que le das.
Hoy quiero compartir contigo 15 maneras de encontrar paz mental que me han ayudado mucho estos días, y he aprendido meses atrás:
- Para un momento en el día y toma el sol. Caminando, en la terraza o en el jardín. Necesitas sol para equilibrar todo tu sistema hormonal, tu estado de ánimo y sentir ese momento de serenidad. Durante unos minutos, el sol será ese compañero que te calmará.
- Cocina un plato que te guste. Lentamente. No tengas prisa. La acción te llevará a donde quieras, pero las prisas no.
- Cierra el ordenador un momento o ponlo en modo “suspensión” y lee unas cuantas páginas de algún libro motivador. Recuerda que los grandes líderes son devoradores de libros.
- Establece horarios para apagar el ordenador y dejar de trabajar. Pregúntate si es urgente o importante esa tarea que pretendes terminar a las 00:00. No sacrifiques horas de sueño. Tú vas por delante de tu negocio, y éste llegará tan lejos como tu llegues. Primero tú, primero tu salud y tu descanso; luego el negocio.
- Si has perdido la paz mental y sientes mucho estrés: focalízate en lo que sí funciona en tu negocio. No estés a 2389 cosas. Márcate objetivos muy concretos y no tengas 37 proyectos por hacer. Eso te quita la paz mental y no te asegura el éxito. Pon el foco en las 3 cosas que sí funcionan.
- Simplifica. Deshazte de pensamientos que no te empoderen. Si detectas que tu vocecita interior te dice “tienes que hacer más”, “ponte las pilas”, “no vales para esto”, “no seas vago/a”… STOP. Dile a esa voz: “STOP” O “NEXT”. Si has perdido la paz, no hay nada peor que seguir haciendo caso a esa voz tan autoexigente que siempre te persigue. Tú no eres esa voz. Son solo creencias, pensamientos y patrones que has adquirido a lo largo de tu vida.
- Si un día no puedes levantarte a las 7:00 para hacer tu rutina a la misma hora, permítetelo. Si necesitas dormir 1 hora más, hazlo. Sé sincero contigo: ¿es pura pereza? ¿o llevas tiempo con tanto estrés que necesitas realmente esa hora más de sueño? Debes ser responsable, pero si has elegido este estilo de vida es porque también querías libertad. No seas mal jefe contigo mismo.
- Aprende a respirar. El ser humano dejó de moverse, dejó de comer adecuadamente y también olvidó respirar bien. No hay nada que traiga más paz a tu coco que unas respiraciones profundas, centrando tu mente en tu pecho, tu corazón o en el movimiento de tus costillas. Empieza practicando la técnica 4-7-8: 4 segundos para inhalar, 7 para retener el aire y 8 para exhalar. Hazlo 5 veces. ¿Cómo te sientes?
- Habla con un amigo o familiar. Alguien que te quiera y expresa cómo te sientes. No hay nada más liberador como una buena conversación con una persona de nuestra confianza que apoye nuestras acciones, y entienda nuestro proceso.
- Escribe tus emociones. Si no es cada día, hazlo cada dos días o 1 vez a la semana. Cuando escribes tus emociones o cómo te has sentido durante la semana, te haces más consciente de tus pensamientos, de tus progresos y las emociones negativas se diluyen paulatinamente. Pierden carga energética. De repente te sientes mejor, más liberado.
- Cuando te duches, hazlo despacio. Siente el agua caer en tu piel. Disfruta de ese momento. Recuerda que somos un 60% agua. La necesitamos para vivir. Agradece las gotas de agua que caen sobre ti. Es tu momento no solo de higienizarte, sino de activar tu sistema nervioso parasimpático (el que te relaja) y fomentar la producción de serotonina.
- Escucha cada día música que te guste de verdad. Relajante o no. Una música que te transporte a algún momento pasado feliz o incluso que te anime a vislumbrar un futuro relajante, estable y lleno de vida.
- Aprende a decir NO. Aunque sean proyectos magníficos, compromisos, eventos, colaboraciones. Si no lo sientes, no lo fuerces. Di no a lo que no vaya contigo. Di no a lo que te quite paz. Te estarás diciendo que SÍ a ti mismo. Una vez más: tú eres lo más importante de tu vida. Si tú estás bien, el resto estará bien. Aprendiendo a decir que No, estarás fomentando que el resto de personas también te respeten, creando un mundo de personas asertivas. Quien te quiere lo entenderá.
- Para y tómate un té o un café que tanto disfrutas. Acompáñalo de una onza de chocolate negro. No mires el móvil mientras lo tomes. Saborea cada sorbo de bebida y disfruta de la intensidad del chocolate. Es tu momento de paz y dopamina. Respira. Estás contigo.
- Tienes un trabajo o un proyecto, y esto es muy importante, pero no tienes que estar en todos lados. Aparca el móvil, aparca las RRSS, el WhatsApp. En mi opinión, si no dejamos a un lado el móvil varias horas al día, estaremos fomentando la enfermedad de la inmediatez, la adicción a contestar a los mensajes en el momento que los demás quieren, a sentirnos adictos a likes, seguidores, mensajes nuevos… Hemos olvidado que el gran y maravilloso mundo está delante de nuestros ojos, cuando levantamos la cabeza y vemos la belleza de nuestro hogar, cuando tocamos a las personas que nos quieren, cuando nuestros ojos disfrutan de los amaneceres y cuando sentimos los espacios físicos que habitamos. El móvil y todas las apps son una milésima parte de nuestro mundo. No reduzcas tu vida a la tecnología.
¿Te sientes identificado? Me encantará leerte. Espero que te haya servido para darte ideas y encontrar día a día esa paz mental para devolverte la alegría de vivir con serenidad.
Siempre estás avanzando, créeme. A veces irás más rápido, otras irás más despacio. Pero respeta el ritmo de la vida, de tu cuerpo y de las necesidades de tu negocio.
La acción lenta y las pausas no son sinónimo de “retroceso”; son instantes de reflexión, de calma, momentos que la vida nos exige para poder continuar con más energía, soltura y alegría. Aunque no lo veas, a veces, avanzas más en la acción lenta que en la acción desenfrenada.
La vida a veces te grita que pares para que vuelvas la mirada hacia ti, y así empujarte al verdadero centro de tu ser. En coherencia contigo, con tu negocio, con tu salud y con los que te rodean.
Si necesitas ayuda y acompañamiento, haz clic aquí.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]