Mis eternas vacaciones
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Me he dado cuenta de que estoy de vacaciones. Oficialmente de por vida.
Lo he decidido así.
Empezó el verano y la gente se iba como loca de viaje. O estaban deseando que llegara ese día concreto para huir de la oficina.
Yo me he quedado trabajando. El verano está a punto de terminar y aunque siga trabajando, también estoy de vacaciones. Y así desde hace tiempo… sea la estación que sea.
Me siento de este modo desde que decidí emprender y desde que, hace dos años, empecé este proyecto.
Ha habido épocas en las que no me sentía del todo en mi ser.
Soy consciente de que estaba fuera de mis valores, desubicada emocionalmente y alejada de COCOSINSAL y de mí.
Mi intuición me daba señales para que volara y mi corazón me pedía a gritos que hiciera las cosas a mi manera.
O tomaba decisiones de una vez por todas, o mi salud física y mental se sumergían en un torbellino de frustración para caerse en picado por el abismo de la infelicidad. Por eso, hace un año decidí dejar de estar a medias en la vida y conmigo misma para embarcarme de lleno en esto de emprender.
Y así día a día. Todos las semanas me levanto pronto, medito, me ejercito, trabajo, me actualizo, leo, y paso consulta. También como chocolate negro. Pero todos los días son distintos.
Me aburre la rutina. Sin embargo, adoro el orden.
Todos los días reviso mi agenda porque, en todo esto, hay una planificación y un orden. Sin ellas, no se avanza igual.
Sé lo que voy a hacer día a día, semana a semana. Y, a pesar de todo, me siento de vacaciones. Quizás porque muchas veces improviso, pero siempre dentro de ese plan.
Va a ser eso cierto de:
“Trabaja en lo que te gusta y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida”.
Me cansé de estar encasillada y de no poder crear. Llámalo suerte. Yo lo siento como un despertar y una chispa que, con constancia y foco, me ha permitido entusiasmarme aún más por lo que hago y declararme libre.
Por eso a veces me pregunto si trabajo o estoy de vacaciones. Me he dado cuenta de que la magia surge cuando “trabajo” y “diversión” se juntan .
Todavía no somos conscientes de que nuestro recurso más valioso es el TIEMPO.
Atreverse y confiar muchas veces es la última opción. Para estar sanos, en paz, para sonreír un poco cada día y no ahogarse en uno mismo.
El lujo no es poder emprender, sino despertar para poder aprovechar la magia de emprender en algo que AMAS, dando lo mejor de ti a tu persona y al resto.
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Gracias a las personas que me han acompañado desde siempre…, a las que acompaño y he acompañado en su proceso de transformación (sois una fuente de aprendizaje enorme) y a las que me están acompañando en mi crecimiento personal. Ellas saben quiénes son. Personas de SIEMPRE y para SIEMPRE, y personas MÁGICAS que han aparecido en los últimos meses como señales (o ÁNGELES) para desarrollarme y aprender más y más…
Si necesitas ayuda, puedes hablarme aquí.
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