Cómo amar tu cuerpo de manera inteligente
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NO JUSTIFIQUES TU ASPECTO SI REALMENTE ESTÁS A GUSTO CON ÉL.
Ser healthy está de moda y, por otro lado, aceptar tu cuerpo, también. Hoy te enseño cómo amar tu cuerpo de manera inteligente.
Este es un artículo basado en mi opinión personal y profesional, para todos aquellos que seguís cuentas de salud, ya sean healthy, Fit o aquellas que promueven la aceptación del cuerpo, independientemente de la talla, como base para la salud.
Considero que no es lo mismo amar y respetar tu cuerpo, que aceptarlo. Últimamente veo que el concepto de aceptación tiene un tono más relajado… Y explicaré por qué.
Por supuesto que debemos aceptarnos tal como somos. Debemos partir de esa base. Porque si no, poca cosa vamos a construir. Pero más aun: darnos amor y respetarnos a nosotros mismos. Da igual si tenemos piernas más contorneadas, pechos más pequeños o quince estrías en cada nalga. Querámonos como somos, mujeres y hombres; en mente y cuerpo.
Ahí empieza la salud.
Déjame decirte que quizás no lo has intentado bien. Y no digo que no lo hayas intentado TODO, porque seguramente has hecho dietas bajas en carbohidratos, altas en proteínas, dietas de 1000 kcal, dietas detox o chutes de suplementos y un sinfín de estrategias que lo único que han hecho es frustrarte más y descompensar tus hormonas y tu metabolismo a lo largo de los años.
Lo importante es INTENTARLO BIEN. ¿Y como se hace esto? Con información veraz, con criterio, con profesionales actualizados y que aplican lo que predican. INTENTARLO BIEN es hacer una dieta que lleve tu nombre y no otro. Y por supuesto, con ejercicio (físico y mental)
No te conformes con: “Ahora decido aceptar mi cuerpo, ya que he probado mil cosas y he hecho 200 restricciones. Ahora me permito un poco de todo con “cabeza”.“
No te sabotees. La salud mental es crucial, pero ser coherente con lo que quieres y haces también. Porque gran parte de esa coherencia te dará la salud mental. Si no, se hará bola. Quizás lo has intentado todo, te has odiado, has odiado tu cuerpo, esas estrías, esa barriguita o esos muslos. Pero, date permiso e inténtalo bien. Intenta, no sólo aceptar tu cuerpo, que es el primer paso para comenzar a trabajar en tu salud. Intenta hacerlo LO MEJOR POSIBLE, poco a poco. Dando lo mejor de ti.
Se trata de:
Mejorar tu composición corporal, de aumentar o, al menos, mantener la masa muscular. No se trata de seguir modas o ser healthy, se trata de salir de tu zona de confort, de superarte a ti sin compararte, de amar tu cuerpo de ahora porque sobre esa base vas a trabajar. Y lo vas a lograr.
Y por eso, ahora hay muchas cuentas que han dado un giro de 180º. De la cuentas Fitness (y a raíz de las cuales han surgido un montón de trastornos, ansiedad, problemas emocionales), a cuentas que predican cosas como: “Acepta y ama tu cuerpo, tal como es” promoviendo incluso las tallas XXL. ¿Es eso salud? No lo sé…
Quizás te dé tranquilidad, te dé paz de saber que hay otras personas como tú. O quizás, también, sirvan para quedarte donde estás, autoengañarte un poco y justificar a tu mente y a los demás que “no vas a hacer más porque te aceptas”. Como te has cansado de las redes sociales y de ver gente con cuerpos fibrados o delgados, ahora decides aceptarte, y quedarte así.
Decides quedarte donde estás, aunque te falte músculo y te sobren 20 kilos, comiendo más o menos bien, dando 4 paseos, cogiendo 3 pesas y con esa “barriguita que aceptas” porque es la barriguita de la felicidad. Quizás sea salud, sí (y sobre todo no cuestiono a esas personas que han pasado realmente por un trastorno u otras enfermedades). Pero aceptar de manera simple tu cuerpo, dejarle que coja kilos, que tus digestiones empeoren y que mentalmente te autosabotees creyendo que no eres capaz de hacer más… eso se traducirá en “salud a medias”.
Y junto con los cánones de belleza absurdos, publicidad y grandes empresas, este es el daño que han hecho las cuentas de influencers y personas que ni siquiera son profesionales, ni de la salud, ni de la actividad física, ni de la nutrición. Han creado una sociedad frustrada con sus cuerpos, con trastornos importantes y mil complejos… Una sociedad sin salud.
Y ahora, llegan las nuevas cuentas. Un cambio de paradigma que, en mi opinión, muchas veces hace que las mentes se queden como están. Por favor, no nos vayamos al extremo contrario o a la simpleza de “me quedo como estoy y acepto mi cuerpo”. ¡Hace falta más conocimiento y educación!
Seamos sinceros. Puedes hacerlo mejor. Por tú salud y por tu confianza. No disfraces tu fuerza de voluntad, vistiéndola de amor y aceptación que han llegado por un exceso de información, frases megainspiradoras y un bombardeo de posts Fit en redes sociales. Puedes hacerlo mejor. Para sentirte más vital, para elevar tu autoestima, para ser saludable pero llevando tu salud a otro nivel. Al nivel de lograr hackearla, con el objetivo de vivir mejor y tener mayor de calidad de vida cuando tengas una edad avanzada.
Un cuerpo no te define. No eres peor persona ni menos querido por tener sobrepeso; ni eres más feo por tener piernas más delgadas. Pero lo que sí te define es tu actitud de superación, de foco, tu capacidad de acción, de poder levantarte cada mañana y sentir que hoy quieres ser mejor que ayer, en TODOS LOS SENTIDOS.
EL MODO EN QUE TRABAJAS EN TI MISMO sí te define. Como persona, claro que eres más que ese puesto de trabajo o ese título, eres más que tú cuenta de Instagram, y eres más que un cuerpo. Porque eres un ser maravilloso que debería trabajar en sí mismo para AYUDARSE A SI MISMO, y por ende ayudar a otros con el ejemplo. Te define tu inteligencia, tus talentos y tu forma de hacer sentir a los demás. No olvides que puedes ser un ejemplo para muchas personas. Tú decides si ser uno malo o uno bueno.
Las personas que simplemente aceptan su cuerpo ahora tal como es (quizás) se lamentarán en unos años por no haber hecho “todo lo que estaba en su mano de la mejor forma posible”. No te quedes a medias, en serio. A esta vida no hemos venido para quedarnos a medias. Ni en el amor, ni en los sueños, ni en la amistad, ni en tu salud. Haz todo lo que esté en tu mano por mejorar todo lo que quieras mejorar. Ahí está el sabor de la felicidad.
No te compares con nadie. Porque ERES INCOMPARABLE y ÚNICO. Todos los somos. Con nuestros cuerpos, con nuestra personalidad, con la luz que desprendemos en otros. No te dejes frustrar por las cuentas Fit, ni te relajes con las cuentas que promueven tallas grandes y aceptación del cuerpo. DEFINE TUS METAS Y TU CRITERIO, y actualízalas. Porque sí, los objetivos pueden ir cambiando. Por eso, revisa y escribe lo que quieres lograr. Sé disciplinado en eso. Hazlo sin obsesionarte. Y no te desvíes del sentido común.
¡Importante! Si durante el proceso hay demasiadas restricciones, obsesión por el ejercicio, obsesión por “comer sano”, pérdida de vida social, estrategias radicales, mala relación con la comida y miedos, déjame decirte que LO ESTÁS HACIENDO MAL. Eso no es salud. Ni entera ni a medias.
Como siempre digo y repito: no se trata de ir dos horas diarias al gym, ni de restringir la comida. Se trata de informarte y formarte con los mejores. Se trata de educarte para obtener toda esa información que vas a poder practicar para vivir una vida más plena, más funcional y con mayor bienestar. Te sentirás mejor si no te quedas a medias y das lo mejor de ti. ¡Eres joven! Ahora con 20, 30 ó 40 años te sientes bien “aceptando tu cuerpo”. Claro. Pero ya me dirás a los 65…
Si al cuidarte y dar lo mejor de ti te sientes con pensamientos más optimistas y poderosos, si tu comportamiento con los alimentos mejora, si disfrutas de comer sano y también de un trozo de pizza, si también sabes autocontrolarte sin sufrir, si te lo pasas bien fortaleciendo tu cuerpo, si tus antojos disminuyen, si la ropa te queda mejor, si tienes mejores digestiones y más autoconfianza , si sientes mayor bienestar y energía y, además eres capaz de no subirte cada día a la bascula, entonces vas por el buen camino.
Hackea tu salud y da lo mejor de ti. Por ti. No para otros. Por ti. Ya serás inspiración y ejemplo para otros. Si quieres elevar tu autoestima, cumple con lo que te propusiste. Y disfruta del camino. Acepta y ama tu cuerpo, pero no te quedes solo con eso. Da lo mejor de ti para que ese cuerpo puedas amarlo y respetarlo en 30 años sin arrepentimientos.
Y, de verdad, no te creas del todo eso de mujeres y hombres reales. ¿Las personas pequeñas o más delgadas no son personas reales? ¿Las enfermas o las más fuertes no son persones reales?
Eres un hombre o una mujer REAL, siempre. Tu cuerpo también es REAL si estás operado, si tienes celulitis, una cintura de escándalo, pectorales impactantes o quince estrías. Reales ya somos como humanos, con prótesis, con grasa o sin ella. La mayoría de los sobrepesos van asociados a patologías. Del mismo modo que un cuerpo más delgado no tiene por qué ser tampoco saludable.
No se trata de parecer PERFECTOS. No se trata de CASTIGARSE comiendo mejor o haciendo más ejercicio. Se trata de cambiar la MENTALIDAD. Comer bien y hacer deporte es PURO PLACER Y AMOR PARA TU CUERPO. Debemos cambiar el chip, disfrutar de comer sano, de ser flexibles y de hacer deporte. Debemos, sobre todo disfrutar de las sensaciones posteriores: mejores digestiones, menos hinchazón, más energía, más tranquilidad, mejor descanso, más autoestima… Define tu propia perfección y realidad.
Evita eso de “que dirá la gente” y piensa… “¿Qué diré yo de mi mismo en 10 años?”. Dejemos de mirar al resto y compararnos con los demás. La recompensa no es la validación de los demás. La recompensa es tu calidad de vida y tu verdadero bienestar cuando pasen los años. Sé feliz HOY con tus imperfecciones, tus días caóticos, pero sin vergüenzas ni obsesiones. Y sigue trabajando en ti, sea cual sea el objetivo.
Ni un cuerpo con un exceso de grasa es saludable ni un cuerpo delgado tiene que serlo. No todos los cuerpos delgados y fibrosos tiene una mala relación con la comida, ni todos los cuerpos grandes son “no saludables”. Aunque, eso sí, en consulta puedo constatar que los cuerpos más grandes muchas veces son los que tienen peor relación con ellos mismos y con la comida. La salud depende de otros muchos factores. Y se siente de manera distinta en cada persona.
No te sientas mal con tu cuerpo. Si no lo respetas, lo llevas claro. Porque vas a vivir en él resto de tu vida. Lo que sí puedes hacer es dar lo mejor de ti.
Se trata de ser COHERENTE con lo que anhelas, sientes y haces. Si no trabajas en tu cuerpo y mente, está bien. No hay nada malo o bueno. Si te gustas y te quieres realmente así, ¡genial! Y si así te sientes sano, también. Simplemente es cuestión de prioridades. Tú eliges cómo envejecer.
Así que… mi último consejo es que vivas al máximo dando lo mejor de ti y respetando tu cuerpo y tu mente. Ser fiel a ti mismo y ampliar tu zona de confort es lo que te hará crecer.
Ve un paso más allá. No te quedes tanto en lo físico y ni siquiera te cuestiones si te querrán o no. Te querrás tú más y, con eso, créeme, es más que suficiente. La pérdida de peso o la transformación de tu cuerpo se verá cuando transformes tu coco. Perder peso o mejorar tu composición corporal es consecuencia de cuidarte. Y cuidarte no es restringir alimentos, no es pasar hambre, ni comer como si no hubiera mañana.
Por mi experiencia profesional, los más disciplinados, los que planifican, y toman acción son los que triunfan. Sencillamente porque adquieren el hábito. Eso es más fuerte que nada.
Así que, no te dejes a medias. Vive para alcanzar tu máximo potencial. En cuerpo y mente. Aquí te ayudo a hacerlo de manera gratuita cada día.
Y recuerda que hay espejos sucios y deformes.
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